Testimonios de mujeres que abortaron...

Estas historias reales han sido publicadas con consentimiento y muestran que una mujer no siempre está informada adecuadamente y que el aborto no es una solución. Algunas de ellas pidieron permanecer anónimas. Si deseas expresar tu historia personal, por favor escríbenos.

El objetivo de la Red es ayudar a crear nuevos centros de ayuda a la mujer a través de América Latina por medio de la capacitación, los recursos y el fomento de la colaboración.

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Carta de Paloma...Recibida 07-Mayo

Me duele el alma…

Solo tengo 18 años y no he hablado de esto con nadie, solo puedo decir que me duele el cuerpo y el alma a pesar de el tiempo que ha pasado.

Tengo un hijo de un año nueve meses y debería dar a luz a entre esta semana y la otra lo que me tiene muy mal, pero es solo conmigo estoy castigándome sola pienso, sufro imagino me toco el vientre y siento como lago se mueve dentro de mi sin tener nada.

Mi aborto fue raro, casi ilusionante, mi propia mamá me lo hizo yo cursaba el cuarto año medio y solo me faltaban semanas para graduarme y tenia que trabajar aunque parezca de teleserie el papá de mi hijo (y el que maté), esperaba el nacimiento de su segunda hijo y estábamos juntos pero cuando nació su hija, yo me enfurecí por que el entró al parto cosa que con su hijo no hizo, fui y le pegué el también lo hizo, pero cuando dije que estaba embarazada, me dijo que yo tenia la culpa y que solo lo quería amarrar con otro hijo que todo había sido mi culpa y lloro, así me sentí culpable terminamos el mismo día que nació su hija, y yo acepte la decisión de un aborto era lo mejor sola joven y a un hijo a quien sacar a delante.

Mi mamá me ayudó a provocar el aborto con unas hierbas, pero yo sentía como mi hijo luchaba y no quería morir, lo hizo y no dio resultado, como no lo hizo yo ya me había hecho ilusiones, que como lo iba a ser con los dos y el se movía y cosas, pero la ilusión me duro poco y el día que menos quería comencé a perder sangre cuando llegué a mi casa lo vi como una perdida de sangre y nada más pero cuando la sangre parecía río sentí algo grande que había votado era mi hijo entero con sus manos y piernas con sus ojos y sumamente desamparado.

Aun tengo su rostro gravado lo toque lo bese le pedí perdón pero aun siento el dolor ya casi tenia cuatro meses cuando el aborto dio resultado ya estaría en el noveno mes de embarazo y siento como se mueve aun, lo malo es que no puedo llorar como quisiera del corazón no pierdo la esperanza de tenerlo en mis brazos.

Paloma

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Carta de Cynthia...Recibida el 05-Mayo

No quiero que vivan lo mismo que yo

Hola, muy buenas noches, mi intención con estas líneas es que quienes estén pasando por esto, no se les ocurra seguir adelante, sé que es una elección, pero si pudiesen vivir lo que vivo yo hoy en día, dirían que no!

Mi nombre es Cinthia y tengo 29 años, hace aproximadamente 5 años, me enteré de que estaba embarazada, fue un golpe terrible, a pesar de llevar ya mucho tiempo en pareja, la decisión la teníamos desde el comienzo, solo tratábamos de encontrar a alguien que cumpliera bien su rol sin que yo tuviese complicaciones, a veces parece que hubiese sido ayer, recuerdo la forma en que juntábamos el dinero, de ese comprimido que tome un poco antes de ir a ese maldito asesino, al cual habíamos elegido, ese kiosco donde compre el agua mineral para tomar el comprimido, el colectivo que me llevo hasta ese lugar.

Sinceramente recuerdo las charlas que tuve con mi pareja, y a veces lo odie tanto ya que sentía que todo era mi decisión, y esa seria la que tomáramos, no llegue a reaccionar, todo sucedió muy rápida, luego de que me hicieron el aborto, sentí mucha angustia, pero también algo de alivio, ya que este me daba miedo a que pasaría luego, a que mi pareja estuviera junto a mi solo por el hecho de que había quedado embarazada, o que todos mis proyectos se esfumarían con todo esto.

La realidad es que desperté luego de unos años cuando comencé a sentirme muy angustiada, veía un bebé y me largaba a llorar, veía mujeres embarazadas y no podía dejar de recordar, lloraba tanto cada noche que ya no sabia como hacer para revertir esta situación, aun sabiendo que no tendría sentido que lo hiciera ya que todo había terminado.

Hace dos años, mi hermana menor quedo embarazada, con 22 años y se encontraba sin saber para donde correr, pero sabia cual seria su elección, SEGUIR ADELANTECON SU EMBARAZO, aun así le conté de mi sufrimiento para que no optara por lo que yo había decidido, ya que creo que si hubiese tenido quien me contara sus vivencias luego de semejante atrocidad, no hubiese elegido ese camino, GRACIAS A DIOS, hoy ella tiene un bebe hermoso por lo cual me siento orgullosa de ella, al principio fue muy difícil para mi ya que tenia algo de rechazo con su bb, pero con el tiempo pude cargarlo y mimarlo, gracias a Dios.

Para terminar con este relato, aquí comienza la segunda etapa, por la cual no dejo de culparme una y otra vez, en noviembre del año pasado logre quedar embarazada, tanto se lo pedí a Dios, pensando que me estaba castigando por la elección que había tomado, hasta que logré embarazarme, me sentía plenamente feliz, Dios me estaba dando una segunda oportunidad, pero al llegar casi a los tres meses, cuando fui a ver a mi medico, al hacerme la ecografía, salió que mi bebé, estaba muerto ya hacia una semana dentro de mi, aun habiendo pasado casi 6 meses aun no termino de reponerme y preguntarme, si esto es un castigo o que ya que , no permití que mi primer bebé, viviera y el segundo según los médicos son causas de la naturaleza, quizás logre embarazarme de nuevo, no lo se solo se la culpa que llevo en mi, el miedo, y la angustia que siento en mi cada mañana que despierto, toco mi barriga creyendo que se encuentra en mi, solo Dios sabe si lograre superar este momento, ya que no se como hacer para poder seguir adelante, me cuesta mucho hacerlo cada día..

Espero que quienes lo lean, les pueda servir para no cometer el error que yo cometí, el cual recuerdo cada uno de mis días, y la culpa por dejar que sucediera.

Un abrazo

CINTHIA

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Carta anónima...Recibida el 19 de Abril

Nunca terminaré de pagar este error

Estoy muy confundida con respecto a lo que paso algún tiempo, me provoqué una succión uterina, yo en ese momento no lo deseaba y en mi mente solo estaba el hecho de abortar a como diera lugar. El papá del niño no sabe nada porque sé que de enterarse le destrozaría la vida yo lo quiero pero no me sentía preparada para una responsabilidad así, hoy me arrepiento y me gustaría regresar el tiempo y pensar mas las cosas por mi maldito carácter alebrestado me hace a veces tomar decisiones muy estúpidas.

Tengo miedo a muchas cosas, a quedar estéril, a no ser capaz de perdonarme nunca a que Dios me castigue yo no le puedo decir a el lo que hice porque me odiaría y si el se aleja de mí perdería gran parte de mí ayúdeme por favor, nunca terminare de pagar este gran error.

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Carta anónima...Recibida el 17 de Abril

Nunca terminaré de pagar este error

No sé realmente como comenzar, aún me duele lo que hice. Tal vez este demás escribir como me embaracé y los motivos que tuve para tomar esa decisión...

Cuando supe que estaba embarazada y el papá de mi bebé se negó a hacerse responsable, me entró pánico, sentí que se me cerraba el mundo, yo no podía hacerme cargo de otro bebe, por lo que decidí abortar, se lo sugerí al papá y él me dijo que lo hiciera, que él pagaba todos los gastos, así que hablé con un ginecólogo y me recetó un té y unas pastillas, así estuve un mes tomándolas. Cuando tomaba el té, mis ojos se nublaban y me mareaba, con las pastillas tenía dolores horribles ... eso fue por un mes, mi bebé se negaba a morir, en fin, vino el aborto, pero fue de la forma más horrible que pueda pasar: Acababa de despertar cuando sentí un flujo abundante entre mis piernas, me levanté y me fui al baño, sentí que algo grande salía, miré y vi que era un coágulo grande, me fui a acostar de nuevo, cuando volví a sentir otra vez el flujo, fui al baño, sentí lo mismo, un coágulo grande, miré el baño y con gran horror vi el cuerpecito de mi bebé, lo vi!, con sus manos, sus pies, sus ojos desarrollados, sus oídos, pero muerto, me di cuenta de la atrocidad que había cometido, yo no sabía que iba a expulsarlo ENTERO, con su cordón umbilical, mentalmente fue tan desbastador, aún no me recupero ni creo poder hacerlo, no tuve corazón para tirarlo a la basura, lo tomé de la taza del baño, lo dejé en una cajita dorada y lo enterré en una planta que tengo en mi recamará, sé que suena atroz, pero no pude tirar a mi bebé.

Desde entonces, no vivo en paz, me autocastigo, ni al ginecólogo, que me hizo el legrado posterior, le comenté que mi bebé salió entero. Tuve una hemorragia tan fuerte que me dio miedo, con el dolor y la hemorragia pensé que iba a morir.

Ahora odio al papá del niño, sé que la del error fui yo, yo no soporto esta carga moral.

Quisiera que conocieran este testimonio para decirles que lo que viví me ha devastado psicológicamente para toda mi vida. Vivo obsesionada contando las semanas que tendría mi bebé, me siento enfrente de la maceta donde enterré a mi bebé y lloro desconsoladamente, la imagen de mi bebé jamás se borrará de mi mente. Físicamente aún duele mucho el vientre, no sé si es secuela del aborto, no lo sé.

Irónicamente el aborto de mi bebé fue el 28 de diciembre "Día de los Santos Inocentes" a las 10 semanas de gestación.

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Carta de Lizzet...Recibida 08 de Marzo

Por mi angelito solo me queda rezar...

Hace aproximadamente me realicé un aborto de lo cual me arrepiento y no volvería hacer jamás, pienso que mi inmadures, las circunstancias y la falta de apoyo por parte de mi familia me orrillaron a hacerlo pero claro la última palabra la tuve yo y fui la que realizó todo eso, nunca antes había hablado de esto con nadie pero me veo en la necesidad porque creo que yo ya lo acepté y sé que ya no lo puedo remediar, ya me perdoné a mi misma y también me ha perdonado Dios, pero hay una persona que no lo ha podido superar aún es mi novio que le duele mucho la perdida y todavía tiene guardados muchos sentimientos y rencores en su corazón, él no queria que me realizara el aborto y aún así sabiendo que lo hice siguió conmigo pero hace tiempo terminamos porque me dijo que no puede olvidar y que ya me perdono pero dice que el aceptarlo es volverse un inhumano y por eso terminamos, y creo que él debe de aclarar sus ideas para saber si me va aceptar con eso y si no yo quisiera saber como lo puedo ayudar aunque ya no este conmigo, sé que esto pasaría pero no lo queria aceptar que es muy difícil seguir con una relación después de esos traumas que quedan.

Por favor contesteme si puedo hacer algo por él y por mí ya que por mi angelito solo me queda rezar.

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Carta de Carmen...Recibida el 07 de Marzo

Ya hace mas de 15 años...

Me hice 3 abortos hace mas de 15 años, y me sentido muy culpable desde hace muchos años, me casé con el padre de esos bebes, hace 13 años y tenemos 3 hijos vivos. Yo entré en un a crisis de depresión muy severa hace aproximadamente 3 meses y he pensado en quitarme la vida, estoy muy desesperada y necesito ayuda, consulto a un neurólogo desde hace 6 días, y hace 4 días, pude por fin confesarme pero al padre le mencioné que había abortado pero no me atreví a decir que fueron 3.

AYÚDAME, ESTOY MUY DESCONSERTADA Y LLENA DE CULPAS Y NEGROS PENSAMIENTOS. NO PUEDO VIVIR ASÍ.

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Carta de Veronica. Recibida el 13-Febrero

Rechazo de un regalito...

Gracias por haberla encontrado en este momento, me llamo Verónica, tengo 22 años y me siento muy mal emocionalmente, así como deben sentirse muchísimas mujeres después que han decidido abortar, me siento cobarde por quitarle la vida al que hubiera sido mi hijo, pero fueron muchas las circunstancias que me llevaron a tomar la decisión, una es que el papá de mí hijo no aceptó su paternidad, otra mi madre dijo que no podía tener un hijo sin padre, yo en estos momentos no estoy trabajando y tuve mucho miedo que mi bebé naciera con malformaciones o enfermedades (a las cuales me tenia que enfrentar sola), mi bebé fue producto de incesto, lo cual complicaba la situación.

Buscando ayuda en internet encontré su dirección, aunque también encontré imágenes que me hicieron tener un colapso de nervios, el aborto de mi niño fue hace un mes y solo tenia 50 días de gestación, ahora que ha pasado el tiempo y que mi bebé ya no nacerá, analizo y pienso mucho en que si hubiera tenido un poco de valentía y no me hubiera dejado presionar, sé que mi bebé y yo hubiéramos salido adelante, sin embargo el hubiera no existe y ya no puedo solucionar nada, solo siento un gran vacío y un gran sentimiento de culpa. Pero ahora quisiera que me ayudará ya que no sé si podré soportar mucho tiempo esta situación, además que no quiero que el sacrificio de mi niño quede así y necesito estar bien yo, para poder ayudar a otra gente o ser útil y agradecida con la vida y con Dios, ya que rechacé el hermoso regalito que me enviaba. De antemano agradezco su atención y suplico me responda esta misiva.

Que tenga un excelente día.

Vero

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Carta anónima recibida el 15-Enero

Siempre hubiera dado la vida por EL...

Empecé a trabajar en una tienda de la ciudad donde vivía, era un trabajo fácil y aunque no ganaba mucho dinero, me llegaba por lo menos para millo vivía sola. Me puse muy contenta cuando me contrató mi jefe, porque era un trabajo que no necesitaba moverme mucho que digamos. Yo por aquél entonces era muy feliz, no tenía cargos de ningún tipo y entraba y salía cuando m daba la gana, siempre he sido muy independiente. Pasaban los días y yo me sentía cada vez más atraída por mi jefe, y él parecía que también por mí. Él me trataba muy bien y yo lo notaba y cada vez estaba más colada por él, hasta que me enamoré.

Una noche cuando cerramos la tienda me propuso acompañarme a mi casa y yo le dije que sí, al llegar al portal, él se despidió con un beso muy dulce en mis labios. Eso me terminó de enamorar aún más de él. Así fue como empezamos a salir. Pasaban los días muy ocupados, él,como jefe, y yo como encargada. ÉL es árabe y ya se sabe...tienes que estar dispuesta en la cama siempre, aunque no tengas ganas. Nuestras relaciones sexuales eran a diario y varias veces, hasta que un día se fue de viaje a Marruecos y a mí me tocaba la regla y no me venía, me llamaba todos los días preguntándome si me había bajado la regla y yo siempre con un no en los labios. Decidí hacerme el predictor y me salió positivo...DIOS MIO salí del cuarto de baño llorando, pero de la felicidad, lo deseaba tanto...mi sueño hecho realidad.

Cuando llegó de Marruecos lo primero que le dije que íbamos a tener un bebé, y en vez de alegrarse m contestó un rotundo: ABORTA. Dios mío se me cayó el mundo encima, yo le dije que eso nunca lo haría, que si no quería a mi niño que lo dejábamos y me marchaba yo con mi pequeño. QUIEN ME MANDO DECIR ESO!! Como árabe que es me dijo que si decidía tenerlo pagaba a un par de moros y cuando diera a luz me lo secuestrarían. Me lo dejó muy claro: O ABORTAS O ME LLEVO AL NIÑO A MI PAÍS Y NO LO VUELVES A VER MÁS. Me puso entre la espada y la pared, si abortaba lo perdía y si daba a luz lo perdía igual. A partir de ese momento todo eran amenazas telefónicas y cara a cara, de que se iba a llevar a mi niño. Me obligó a abortar, hoy a las 7 de la tarde hace un año que me mataron a mi hijo por succión y con ese asesinato se fue mi vida con ÉL. Tengo 27 años y mi vida la perdí por ÉL. Te amo mi hijo AARON.

Sé que es un angelito que está en el cielo y que me protege.

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Carta anónima...recibida en Diciembre

Cuando supe que estaba embarazada no se lo conté a nadie...

" Veréis, son las siete menos cuarto de la mañana del 25 de Diciembre de 2000, otra noche más en blanco. Hace cuatro días, a pesar de todo, dormía, aunque mal mejor. Ahora el sueño es una utopía. Tengo 31 años, y he matado deliberadamente a mi hijo. Cuando supe que estaba embarazada no se lo conté a nadie. Estaba en USA con mi novio, enamoradísima y feliz, él no sabe nada, no quería involucrarlo. En fin, pasé un mes y medio de angustia controlada, fingiendo que todo iba bien, pero estaba embarazada y angustiada. Todas mis preguntas eran, ¿qué voy a hacer? ¿engordaré? ¿se me notará? ¿qué voy a hacer yo con un niño...? absurda, completamente absurda, egoísta, estúpida, calculadora y fría como un témpano.

Volví a España tan pronto como pude, calculando el tiempo que tenía para llevar a cabo mis planes: LIBRARME DE AQUELLO QUE ME INCOMODABA. Al día siguiente, con todo el cansancio del viaje, pero con mi objetivo muy claro, fui a la clínica. Recuerdo mi conversación con mi amiga, una conversación estúpida, hablando de todo, contándole que yo no quería ni muerta llevar a cabo aquel embarazo, que era una pesadilla, e intercalando temas triviales, como si estuviera a punto de ir al dentista. ¡ Dios santo! qué imbécil soy.

Ahora, cada minuto pienso en mi niño, pienso que soy egoísta, fría, criminal...no puedo dejar de pensar en ello. Seguro que podría haber salido adelante, como tantas y tantas mujeres que lo han hecho. Ni siquiera se lo conté a mi novio, que me quiere, que me respeta..por miedo a que me dijera que adelante, que tuviera el niño... ¡ que mierda soy!. ¿Y ahora, quién me perdonará esto? mi niño ya no está, yo estoy vacía, completamente vacía. Quiero que Dios me perdone, pero creo, que lo que he hecho es tan duro, tan cruel, tan bestial, que ni siquiera Dios puede perdonarme. Ni mi niño, que no ha tenido la oportunidad de ver el sol, ni el mar, ni de respirar...de nada, he sido su juez y le he condenado a muerte solo por el hecho de ser, de estar dentro de mi, pobrecito mío!!!! mi niño, por el que ahora estoy llorando, y del que no tenía conciencia antes. Ahora le pido perdón, con todo el dolor de mi alma y me sigo sintiendo mal, cada vez peor. No sé por qué no salí adelante, con mi tripita, tan contenta.

Ahora le pongo carita, lo veo en cualquier sitio, el pobre, mi niño, estaba ahí, sin hacer nada, tan solo estando, sin saber nada, sin pedir nada, estaba por que sí, pero estaba,

ahora ya no está, no sé dónde está, no sé lo que siente...solo quiero que esté bien, a salvo de mí. No creo que esté neurótica, solo pienso que he liquidado textualmente a mi propio hijo y me siento sola, vacía e insensible. Incluso pienso que no sé si alguna vez sabré ser madre. necesitaré ayuda por muchos años, y creo que no lo olvidaré jamás ¿por qué no me hice cargo? ¿por qué no le dejé vivir? ¿por qué he sido tan calculadora?..sólo hay un por qué con respuesta ¿por qué me siento tan mal? Es sencillo, por que lo he matado, sin pensarlo apenas, sin el más mínimo remordimiento inicial, pero ahora me gustaría tenerlo dentro de mí, creciendo, esperando su momento para llegar al mundo, y esperar el momento de tenerlo entre mis brazos, de besar esa piel tan suave que tienen lo bebés, de decirle que es mi hijo y que le quiero, que le cuidaré ¡ya no puedo! mi niño o mi niña no está, lo maté, y yo sigo caminando, y el mundo se sigue moviendo si él, sin ella, y yo ya no soy la misma, ahora no me quiero, me desprecio profundamente, ahora cuando ya no tiene solución me arrepiento...ya ves qué estúpida, que inútil, ahora lo quiero sentir, como antes. Pero ya, no puede ser...espero mi niño, que algún día me puedas perdonar..-yo no me lo perdonaré mientras viva.

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Carta de K.R...

Hola, soy K. R. Tengo 24 años de edad... Hace exactamente 4 meses y 26 dias que me practique un aborto. Fue la peor decisión que he tomado y creo que no puede existir otra cosa peor que eso. Tengo 2 niñas a las que quiero con toda mi alma, este fue mi tercer embarazo... El padre de Jhonny (mi hijito abortado) es un hombre comprometido y cuando sali embarazada lo primero que hice fue pensar en lo que diria mi familia y que haria ya que el no me podia responder. La primera opcion que llego a mi mente fue el aborto.

Las personas a las que le confie lo que me pasaba tambien entendian que lo mejor era quitarle la vida a mi hijito. Cuando se lo comunique al padre me hizo sentir que a mi me convenia mas que a el, tal decision y le crei. Yo sabia que eso estaba en contra de las normas morales de Dios, pero me sentia que no tenia salida. Crei que podria superar tal cosa, pero me equivoque!!!.

El dia 9 de Octubre de 1999 fuimos los dos al medico abortista, todo el tiempo que estuve alli deseaba que el doctor no pudiera llegar, pero no fue asi. Llego y no era la unica mujer, habian dos chicas esperando por el tambien, yo tenia el segundo turno. Cuando llego el momento el doctor ni siquiera me pregunto si estaba segura de hacerlo, solo lo hizo.

Me pusieron un suero con anestecia y me durmieron, no senti nada del procedimiento; a las ds horas cuando desperte solo me preguntaba si habia sido un sueño y al pasar los dias abrigaba la esperanza que no lo hubiera podido matar.

Cuando salimos de alli senti que estaba dejando parte de mi vida, tirado en algun ricon de ese lugar. La experiencia fue lo suficientemente amarga, como para seguir viviendo tranquila. Cuando decidi hacer esto no queria que en mi casa se dieran cuenta de lo que estaba pasando, pero ahora es peor porque la depresion no me deja ser madre y no he vuelto a tener paz desde entonces. Todos me preguntan que me esta pasando, mi familia, compañeros de trabajo, amigos y hasta personas ajenas a mi, me preguntan porque estoy tan triste.

Todas las noches lloro hasta que no resista mas, y deseo tanto volver solo un minuto antes del aborto para poder pararme e irme y de esta manera tener a mi Jhonny conmigo.

No tengo valor para acercarme a Dios, la verguenza no me deja hacerlo. Siento un vacio que no puedo llenar con nada, siento que no solo me arrancaron a Jhonny de mi vientre, sino que tambien me arrancaron el alma. No quiero ir a ningun lado, no quiero que nadie me pregunt que es lo que me pasa, no quiero hablar con nadie, no ni siquiera llegar a mi casa, voy a trabajar porque tengo dos hijas que me necesitan y ellas no tienen la culpa de mis errores.

Hoy solo faltarian 3 dias para que cumpliera los 6 meses y cada dia que pasa siento mas la muerte de mi hijito. No se como sobreponerme a esto, el padre del niño me ha manifestado su arrepentimieto y quiere que hagamos todo lo que podamos para superarlo, pero ya yo agote todas las formulas para esto y no lo logre. Solo quiero estar sola, apartada de todo el mundo y a veces pienso la mi unica solucion es que dejara de existir, pero seria demasiado facil y entiendo que me toca sufrir el gran error que cometi. Mientra mas tiempo pasa el dolor es mas grande, el dia 9 de cada mes es el puro infierno para mi; saber que la hora en que mi bebe debio nacer se acerca y que no lo podre tener en mis brazos... es lo mas desastroso que me ha pasado.

Solo me gustaria que mi experiencia le sirva para abrir los ojos a esas mujeres que se encuentren en esta situacion, el aborto no soluciona nada solo detruye tu vida sin regreso...

Espero algun dia tener la oportunidad de poder pedirle perdon a mi hijito. Te quiero Jhonny

Carta

Carta anónima

Hola, quiero que mi nombre quede en el anonimato, por que me da vergüenza decir lo que hice.

Hace un año en el mes de marzo me entere de que estaba embarazada, el padre de mi bebé es un hombre casado, su esposa llevaba el mismo tiempo de ambarazo que yo, había sido su primer embarazo después de tres abortos, yo solo pensaba en el dia en que el se divorciara pero con esa noticia no lo hizo, yo me refugie en una amiga quien me acompaño al doctor que me confirmo mis sospechas, en ese momento yo solo queria tener a mi bebé, pero cuando le dije a él solo me respondió "y ahora que vas a hacer" solo le respondí lo voy a tener aunque me cueste los regaños y la perdida de confianza de mis padres, el me apoyaba pero no estaba conmigo cuando me sentia necesitada de cariño, solo me evadía diciendome que tenia que ir al doctor con su esposa, un día desesperada por no tener en quien confiar, me puse a escribir todo lo que sentía en un papel, ahí le confese a mi bebé que su padre era un hombre casado, que el no podría estar con nosotros que yo lo quería.....Pero de repente me entro una idea descabellada y le dije a mi bebé "Mi amor, disculpame por lo que voy a hacer pero entiendeme, no te puedo tener conmigo, tu papi es un hombre con compromiso y yo sola no puedo con la resposabilidad tan grande perdoname"...

Al otro día me fui a trabajar, mi mamá leyo el papel y cuando regrese me pego, haciendome saber lo mal que estaba, me dijo que como era posible que con un hombre casado, yo soy la unica hija de cuatro hermanos que somos, mi papá se ve en mi siempre ha presumido de su "beba", dice es la unica que estudio, la unica que solo me ha dado satisfacciones, la unica en quien puedo confiar ciegamente.... me entienden?, entonces los remordimientos llenaban mi cabeza, y le propuse a mi mamá que fueramos a ver a un medico, fuimos y me realizó el aborto, me siento tan mal, por que pienso que no fué la mejor decicion que pude tomar, pero entiendanme no tuve otra alternativa. Necesito el apoyo de alguien que me escuche y me ayude.

Carta

Carta anónima

Quiero narrar mi experiencia.

Empecé a tener sexo faltando un mes para cumplir los 15 años, duré más de dos años teniendo relaciones con diferentes personas sin quedar embarazada, fué hasta los 17 que tuve mi primer experiencia con lo que aparentemente fué un embarazo y un aborto espontáneo, en ese entonces yo le conté a mi madre, pero ella estaba enferma de diabetes y con lo que le dije empeoró y falleció a las pocas semanas de haberselo dicho lo que me hace sentirme culpable de su muerte, después de eso yo continué teniendo relaciones con mi vecino, al año siguiente falleció mi papá, triste por la pérdida de mi mamá y de que le amputaron una pierna me dijo que ya no quería vivir porque sentía que era un estorbo para mí, ya que mis otros hermanos ya estaban casados y yo era la única soltera y que además no podía estuidar porque lo tenía que cuidar.

A los 19 años me volví a embarazar, sin embargo no estaba segura de quien era el bebé porque había tenido relaciones con dos personas, sin embargo le dije a uno de ellos que era el que más quería y al que más confianza le tenía y él me dijo que era esteril y que no podía tener hijos, ahora ya tiene uno de 8 o 9 años, y entonces yo me sentía sola y no sabía que hacer ya que mi papá murió cuando yo tenía 18 años y había tenido que empezar a trabajar, fué entonces que conocí a un hombre mayor que yo por 15 años, sin embargo para mi mala suerte lo conocí un día antes de que abortara y no tuve el valor de contarle lo que pensaba hacer, había en el trabajo una compañera que me decía que si no abortaba me hiban a correr del trabajo, después un "amigo" me dijo de un doctor que practicaba abortos y después fuí con otro "amigo" para que me prestara dinero y me lo prestó y fué el día de mi cumpleaños precisamente el día en que cometí el más infame de los crímenes, me duele tanto haberlo hecho y estoy tan arrepentida.

Actualmente tengo 38 años, estoy soltera y he tenido varias relaciones sin embargo no puedo tener hijos y esto me hace sentir peor todavía y creo que es una de las causas por las cuales no puedo mantener una relación estable; desempeño mi trabajo como profesora y trato de darles la mayor información a mis alumnos(as) más bien formación de los riesgos que se corren al realizar el sexo sin reflexionar antes, de saber que somos seres humanos con una gran capacidad de amar y de que no somo simples animales que actúan por institnto. Esto yo no lo sabía, no busco justificarme porque sólo Dios puede darme la sanación a mi alma y a mi espíritu, pero sí considero que es de fundamental importancia saber y sobre todo conocer la Palabra de Dios al respecto.

Me duele tanto no tener ese hermoso bebé, he tenido la maravillosa oportunidad de tener 10 sobrinos(as) y a todos los quiero mucho, los he bañado son mi vida y vivo para gloria de Dios y ayudar a todos aquellos que lo necesiten, considero que Dios tienen un plan de vida para cada uno de nosotros y tenemos que buscarlo.

Gracias al apoyo de tanta gente que me quiere y me ha acercado a Dios he podido superar todo esto, sin embargo quiero que sepan que duele y que si alguna persona piensa en abortar que no lo haga por que es un ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios y que tiene derecho a la vida y que nada justifica un crimen.

Gracias por permitirme expresar mis sentimientos. perdón por omitir mi nombre pero mi actual papel frente alos jóvenes no me lo permite, sin embargo sé que Dios que conoce el corazón de los suyos ya lo sabe, les pido que oren mucho por mí y por todas aquellas personas que se han practicado un aborto pero sobre todo por aquellos que lo practican.

Carta

Carta de "Carmen"...

Tengo 20 años y hace poco más de tres años y medio tuve un aborto. Enrique era 6 años mayor que yo. En ese entonces yo estaba por empezar mi tercer semestre de preparatoria y a él le faltaban dos años aún para terminar su carrera. Los dos estudiábamos en la universidad más prestigiada y más cara de México y yo siempre había crecido con la idea de terminar una carrera exitosamente, tener un buen trabajo y ser una gran ejecutiva, sin darle mucha importancia al matrimonio y a la maternidad. Yo amaba a Enrique, pero nuestra relación no era muy seria, simplemente me entregué a él por amor sin importarme si él sentía lo mismo que yo. Pobre tonta de mí, pensé que entregándome a él me iba a amar y no me di cuenta que de esa forma solo iba a provocar en él cualquier cosa, menos amor. Veía en él un apoyo, una salida a mis problemas familiares, ya que mis papás estaban por separarse y eso me dolía demasiado. Tenía entonces 15 años. Siempre tuvimos sexo sin protección, así pasaron poco más de cinco meses. Enrique era el primer hombre en mi vida, era demasiado ingenua y pensé que un embarazo sería algo muy difícil y que a mi no me iba a ocurrir jamás.

Cuando me di cuenta de que estaba embarazada no podía creerlo. Tenía mucho miedo principalmente porque había defraudado la confianza de mis papás. Siempre había sido la hija perfecta que tenía las mejores calificaciones del grupo, que había estudiado siempre en los mejores colegios, la hija en la que habían depositado toda la confianza del mundo para que siguiera su ejemplo y triunfara en la vida. Por este motivo no hablé con ellos al principio, sino con Enrique. Yo no sabía cómo decírselo, estaba muy nerviosa, tenía miedo a su reacción, pero finalmente hablé, al principio le fue difícil creerlo, pero terminó por creerlo Él estaba muy nervioso, yo me abracé de él fuertemente y no sabía qué hacer, pero él me dijo que no me preocupara, que ya encontraríamos una solución.

Tenía poco más de cinco semanas de embarazo. Ese día no hablamos de nada, sólo me dijo que si su papá se enteraba lo iba a obligar a casarse. Días después él me sugirió el aborto como única opción, y me dio como argumentos que era mejor que un hijo no naciera a que solo viniera al mundo a sufrir, pues un embarazo en nuestras circunstancias no era una buena opción. A él le faltaba muy poco tiempo para terminar su carrera y yo aún no la empezaba. Me dijo que tomara en cuenta mi propia vida y me preguntara a mí misma si desearía que mi hijo sufriera al igual que yo con tantas peleas, tantos problemas familiares, pues aunque nos casáramos lo más seguro era que nuestro matrimonio fracasara, además ninguno de los dos tenía una vida económica estable y no estábamos preparados para enfrentar una responsabilidad de esa naturaleza teniendo toda una vida por delante.

Yo sabía perfectamente bien que sus papás lo hubieran obligado a casarse conmigo y a enfrentar su responsabilidad, sin pensar siquiera en la posibilidad de un aborto, él también lo sabía y supongo que eso también influyó mucho en su decisión. Yo me convencí también de que el aborto era la mejor opción. Tenía toda una vida por delante y de ninguna manera iba a ver mis sueños frustrados, a pesar de que amaba a mi pareja.

El aborto en México es ilegal, así que había que encontrar a algún médico que estuviera dispuesto a hacerlo. Aún no le decía nada a mi familia, pero al final no tuve otra opción, pues Enrique nunca me apoyó, solamente me sugería ir a ver a tal o a cual médico, pero jamás estuvo dispuesto a ir conmigo ni a ayudarme económicamente, pues aunque mis papás me daban todo lo que yo quería no era justo que yo cargara sola con toda la carga, y menos sabiendo que él tenía posibilidades de hacerlo también. Finalmente me atreví a hablar con mi mamá y decirle lo que estaba sucediendo.

Contrariamente a todo lo que yo esperaba, ella reaccionó de una forma serena y calmada. Me dijo que qué pensaba hacer y ella misma habló con mi papá. Cuando tuve que enfrentar a mi papá se me partió el alma, pues para mí haberlo defraudado era lo peor que pude haber hecho, tenía mucho miedo a su reacción, sin embargo también me apoyó y en ningún momento me reprendió, sino al contrario, me dijo que la decisión estaba en mi, y decidiera lo que decidiera ellos siempre me iban a apoyar. Ellos en ningún momento me obligaron ni a abortar ni a tener a mi bebé, sólo me dieron todas las posibles alternativas que tenía con sus pros y sus contras, tampoco hablaron con Enrique, pues ellos sólo lo harían si yo se los pedía, y yo no quería ocasionarle problemas con su familia ni quería hacer más grandes las cosas, pues la decisión yo ya la había tomado: el aborto era la mejor opción en ese momento.

Mis papás son médicos, así que encontrar quien hiciera el aborto de la manera más discreta posible fue fácil para ellos, pues tenían muchos amigos médicos. Finalmente todo terminó. No fue nada agradable someterme a un aborto, pero lo hice. Después de eso Enrique se fue un semestre a estudiar fuera del país y yo empecé un nuevo semestre. Él ni siquiera se dignó a llamar para preguntar por mi salud después de que le dije que ya había hablado con mis papás y lo que pensaba hacer. No volví a hablar con él hasta que regresó de nuevo a México. Fueron dos años en que yo misma me negaba las cosas, trataba de pensar que no había sucedido nada, pues en mi casa nunca se habló de ello jamás y yo seguía con mi vida normal, estudiando. Al regreso de Enrique las cosas volvieron a ser como antes, nos seguíamos viendo y seguíamos teniendo relaciones, aunque esta vez con protección.

Mis papás ya se habían separado y yo vivía con mi mamá y tenía demasiados problemas con ella a causa de que yo seguía viendo a Enrique. Ella no soportaba el hecho de que no me hubiera apoyado en nada y no podía entender cómo después de eso yo siguiera viéndolo como si nada hubiera pasado. Los problemas con mi mamá eran ya insoportables, así que al terminar la preparatoria decidí irme a estudiar a otro estado, al más alejado de mi casa y de tantos problemas, pues también me di cuenta de que Enrique no merecía mi amor y que en verdad nunca me había querido ni lo iba a hacer jamás, y sólo la distancia podía terminar con esa relación que estaba terminando conmigo, con mi vida y con mi amor propio y mi dignidad. Así empecé mi carrera universitaria viviendo sola. Fue hasta entonces cuando me di cuenta de lo que había hecho. Fue hasta que estuve sola y viví sola cuando me di cuenta de lo tonta que había sido por no haber tenido el valor de tener a nuestro bebé.

De verdad estoy arrepentida, no puedo creer que fui capaz de abortar, no sé si hubiéramos sido felices o no, si nos hubiéramos casado o no, no sé que hubiera sido de nuestras vidas, sólo sé que si mi hijo hubiera nacido, tal vez yo no estaría estudiando una carrera, tal vez no me divertiría tanto con mis amigos, ni iría a las discos y fiestas como lo hago, quizá no sería quien soy ahora, pero sería muy feliz con mi hijo, yo no tenía derecho de negarle la vida, yo quería la felicidad para mí, pero no me di cuenta de que por mi felicidad le negué la felicidad a un ser indefenso, a un ser que no pidió ser concebido, a un ser que tenía el mismo derecho que yo y que cualquier persona a vivir y a ser feliz.

En la búsqueda de la felicidad y el triunfo para mi misma, le negué la oportunidad de hacer lo mismo a una pequeña parte de mí. No me di cuenta en ese entonces de lo egoísta que estaba siendo y del pecado tan grande que estaba cometiendo. Durante muchos meses me atormenté con todo esto, fueron demasiadas noches de insomnio y de llanto imaginando lo que pudo ser y no fue, cómo sería mi bebé, cómo lo hubiera querido, cuánto habíamos disfrutado todo el tiempo juntos, y que si su papá no me hubiera apoyado, mi bebito me hubiera dado el valor para seguir adelante, primero por él y luego por mi misma.

Fueron muchos meses en una enorme depresión y hasta dejé la escuela por un año, me dediqué a beber en exceso y también caí en el alcoholismo. Era demasiada la culpa que sentía, me sentía la persona más miserable del mundo y me culpaba constantemente por lo que pasó, después culpé a Enrique. Finalmente busqué la ayuda de un sacerdote por medio de la confesión y esto me ayudó bastante, pues aprendí a perdonarme y a perdonar a todos los que creía culpables, y aunque nunca voy a olvidar lo que hice ni voy a olvidar a mi bebé, ahora sé que no fue mi culpa ni la de Enrique, sino de las circunstancias, de la ignorancia. Hoy no puedo ya hacer nada más por mi bebito mas que pedirle perdón cada noche y rezar por él, pedirle a Dios que cuide a ese angelito como yo lo hubiera hecho, y rogarle también por todos los niños que, como el mío, nunca pudieron nacer, por que perdone a todas las madres que como yo, por cualquier circunstancia, se vieron obligadas a caer en ese enorme enemigo que es el aborto y sobre todo, a que ayude a que se perdonen a ellas mismas, que ilumine el alma de todas las demás madres que están pensando en abortar para que no lo hagan y para que se den cuenta de lo valiosa que es la vida de una persona que desde que es concebida ya está viva y ya es una personita.

Espero que con mi historia pueda poner mi granito de arena para prevenir el aborto, para que las mamás que están pensando en el aborto como una solución se den cuenta que esto no es el final de un problema, sino el principio de muchos otros, pues ahora puedo decir que el aborto no fue sólo el dolor físico más fuerte que he sentido en mi vida, sino también el dolor emocional más grande que sentiré jamás. Y para aquellas que ya lo hayan hecho solo quiero decirles que aprendan primero a perdonarse por haberlo hecho, porque sus hijos ya lo han hecho, pues en el corazón de un bebito que está con Dios no cabe el rencor, pues solo han conocido el amor de Dios y viven rodeados de él. Sólo nos queda continuar viviendo y hacer de nuestra vida una obra maestra, pues no tiene caso vivir en una constante depresión que no nos permite seguir adelante, pues es el mejor regalo que podemos hacerles a nuestros hijos: tener una vida maravillosa.

Carta

Carta de Emily...

Me llamo Emily hace ocho meses tuve dos abortos. Esto que paso me ha dejado maracada para toda la vida, a veces trato de salir del hoyo, pero la mayoria caigo de nuevo...Yo aborte por "amor" a mi novio, porque el sabia como chantajearme y me hizo creer que lo estaba condenando por querer al bebe y me dio unas pastillas, aborte y me tuvieron que internar, me hicieron un legrado, pude perder la vida porque tenia una fuerte infección, desde ese dia todo cambio un hombre te dice que va a estar contigo, pero es mentira si no te reponde es porque no te quiere ni ahora ni después, no seas tonta por favor abre los ojos, te esperan noches de sufrimiento, dias de llanto y desesperación....

Mi novio se drogaba y comenze a hacerlo yo también , a veces me golpeaba porque me amaba decia,volvi a quedar embarazada y volvi a abortar, mis padres se enteraron, intente suicidarme con pastillas pero no funciono, me llevaron al médico y me detecto una grave anemia, tengo problemas con mi periodo, he perdido mucho peso , pero sobre todo antes que nada el dolor que siento en el corazón es más fuerte que el físico y se que no existe medicina para eso, no hay dia de mi vida que no me arrepienta, el dia que encontre la pagina habia puesto una pistola en mi cabeza...Karina me ha ayudado, pero siento que cada dia que intento salir caigo de nuevo, hoy el amor de mi vida, el papa de mis bebes, acaba de decirme que no quiere saber de mi, de nuevo intente suicidarme...

Yo no era asi, y solo quisiera tener a mis bebes y amarlos y dar mi vida por la de ellos, solo le pido a Dios que los tenga con él y que ojala algun dia me logren perdonar, los extraño tanto...

El dolor de tu corazon no tendra medicina para calmarlo, por favor, es tu bebe, es parte de ti, y te necesita...yo no senti tanto físicamente a mis bebes, pero en mi corazon existieron y dejaron un hueco tan profundo que nunca se volverá a llenar, por favor, no lo hagas, piensa que es todo lo que tienes, piensa en las madres que sufrimos por no tenerlos por haber tomado el camino equivocado, y te aseguro que el dia que lo mires a los ojos sabras que valio la pena, hoy desearía abrazar a mis hijos y darles todo el amor que un dia les negue, hoy no puedo tomar una goma y borrar el tiempo, tan solo puedo pedir a Dios por ellos y dormir soñando con algun dia poder verlos...

Donde quiera que se encuentren: los amo.

Carta

Carta de Karina...

Hola,Mi nombre es Karina, soy una mujer de 25 anos de edad y tengo una hija de 3 años de edad. Vivi con el padre de mi hija hasta hace 2 anos, hace un año empeze a salir con un joven de 24 años un año menor que yo, mi madre se opone totalmente a esta relacion, el 12 de nov 99 me entere que tenia 4 semanas de embarazo, estava muy desesperada, sabia lo dificil que era ser madre soltera tenia mucho miedo, a la reaccion de mi madre, ya que recientemente me habia enterado que sufre problemas de el corazon.

Pense en huir de mi casa, pero pensaba en mi hija, a donde iba a ir, que iba a hacer, conozco de la palabra de dios, sentia temor ante dios por lo que pensaba hacer, pero sentia que si no lo hacia mi madre moriria al enterarce de mi estado.

Sabia que si algo le pasaba a ella mis hermanos, me odiarian por el resto de mi vida, me decidi a abortar a mi bebe, lo hice el 10 de Dic 99, desde ese dia tengo pesadillas, miro a un bebe que me persigue juntando las diferentes partes de su cuerpo, es un dolor horrible el que siento y sufro en silencio, siento como si se repitiera el procedimiento dentro de mi cuerpo cada noche mientras duermo. Nunca me perdonaré ami misma lo que hice, mi consejo para quien lea mi historia es no lo hagas, que si te libra de el problema ante el mundo, pero destrozas tu vida por siempre, y nunca volveras a dormir tranquila siento que como todo asesino recibimos nuestro castigo, solo que en silencio.

Amigas, Dios nunca nos deja solas, nada, nada es mas valioso que la vida de tu bebé, no temas! Dios siempre estara a tu lado para que te apoyes en Él.

Que Dios te Bendiga...Señor perdonanos a todas las mujeres que como yo tomamos esa horrible decision, pero sobre todo pequeno ser perdón por haberte quitado el derecho de vivir, sin yo tener esa autoridad....te llevo siempre en mi corazón..... Oremos las unas por las otras para un día alcanzar el perdón de nuestro bebé y de nuestro padre Dios.

Gracias por la oportunidad de expresar mi sentir.

Carta

Carta anónima...

Mi nombre es **** y tengo 19 años. Mi experiencia con el aborto es todavía reciente y sé que no voy a ser capaz de escribir esto sin llorar. Soy y siempre he sido pro-vida, pero es asombroso como te extravías cuando estas asustada.

Me embaracé a fines de Noviembre de 1998, y mientras el día en que debería dar a luz se acerca más, siento más dolor. No tenía una relación seria, pero la conexión que Dan y yo compartíamos era muy intensa. No temía decirle que estaba embarazada, temía lo que mi futuro me reservaba. Tenía planeado decirle a Dan después de que terminara sus exámenes finales, pero él preguntaba qué estaba mal y al final desistí y se lo dije. En ese momento él sugirió un aborto; le dije que eso estaba fuera de discusión porque no iba a asesinar a mi bebé. Decidimos continuar discutiéndolo hasta que sus exámenes terminaran. Cuando nos sentamos a hablar sobre ello, el aborto fue lo único que él discutió. Me senté y escuché su razonamiento, pero cada vez que mencionaba la adopción, él me decía cuanto mejor un aborto sería. Los dos concordamos entonces que yo era demasiado joven y sin recursos para criar un niño. Yo quería dar mi bebé en adopción, y encontrar una familia que le diera a mi bebé todo lo que merecía. Después de horas de discusión él dijo que cuando mis exámenes finales terminaran yo tendría que decidir, pero que al final sería mi decisión.

Tome los finales con la idea constante de lo que iba a hacer. Dan era tan persuasivo que hacía parecer el aborto como la única elección que tenía. Me hizo creer que el dolor de la adopción me heriría más que el aborto. Y yo le creí. Para mi propio asombro, consentí en tener un aborto en tanto fuera un aborto médico. Es una inyección que detiene el embarazo y causa un arrojo. Las enfermeras en la clínica me dijeron que tenía suerte pues un día más y el aborto médico sería imposible. No sé a donde fui, pero desaparecí por días. Aborté en Diciembre 25 de 1998, Terminé contándoles a mi madre y una de mis hermanas que tuve un aborto. Ambas me apoyaron, pero empecé a batallar conmigo misma.

Enseguida me arrepentí de mi elección; quería a mi bebé de regreso. Lloré y lloré. Me aislé y recé que todo esto hubiera sido solo un sueño. Dan nunca discutió el aborto hasta que lo obligué. Lo necesitaba allí para escucharme, pero él no podía. Siempre me decía que fue la elección correcta. Finalmente le dije que era un bebé y merecía tener un nombre. Así que a solas, lo llamé Noah James y planeo celebrarlo en Agosto 8, su cumpleaños.

Me di cuenta de como Dan me había forzado a tener un aborto. Sé que fue mi elección al final, pero hasta este día me asombra como él hizo parecer el aborto tan bueno a alguien que está tan en contra de eso. Yo culpé a Dan por mucho tiempo y solo recientemente lo empiezo a perdonar. Es lo único que él conocía y estaba tan asustado como yo. El mayor problema que tengo es yo misma. He luchado y todavía lucho para perdonarme a mi misma. Creo que Noah y Dios me han perdonado, pero no me puedo perdonar a mi misma. Quiero llorar cuando veo bebés y sólo quiero tener a mi Noah en mis brazos. Algunos días son peores que otros pero todavía intento ir hacia adelante. Noah es una parte concreta de mi vida y nunca será olvidado. Esto es un memoria de él, mi hermoso y precioso bebé.

Carta

Carta de Amy...

Mi nombre es Amy y cumplí 15 hace un par de semanas. Hoy es el tercer aniversario de mi aborto. Después de los tres años más largos y dolorosos de mi vida, decidí compartir mi historia con gente que entendiera.

El aborto arruinó mi vida incluso antes de que me embarazara. Mi madre se embarazó justo luego de graduarse del colegio, y su enamorado, mi padre, insistió que ella tuviera un aborto. Mi madre firmemente se negó, y eventualmente los dos se casaron para criar al niño juntos, a pesar que él nunca fue totalmente feliz por ello. Dos años después de esa niña, Mary, nació otra más, Joy. Cuando Mary tenía 10 años y Joy 8, Melissa nació. Cinco años más tarde, mi madre se embarazó de nuevo, pero mi padre declaró que tres eran más que suficiente y por segunda vez demandó un aborto. Nuevamente, mi mamá se negó. Nací sin padre y mi hermana mayor tenía 15 años más que yo.

Hace cinco años, Mary y Joy se casaron y trataron sin éxito de tener hijos. Ambas estuvieron devastadas cuando les informaron que probablemente eran estériles. La vida en casa para mí y Mellisa era el infierno. El novio de mi mamá, Sam, se mudó con nosotros y nos odiaba a Melissa y a mi. El violaba a Melissa casi todos los días, y me golpeaba al menos una vez al día. Mi mamá se desentendía durante todo esto, y Melissa y yo estabamos demasiado asustadas para intentar conseguir ayuda; sólo teníamos 14 y 10 años.

Dos años después, Sam todavía violaba a Melissa. El nunca usó ningún tipo de anticonceptivo y cuando Melissa nunca resultó embarazada, pensamos que todas las hermanas éramos probablemente estériles. Recuerdo a las cuatro llorando juntas ese día; todas deseábamos mucho el ser madres.

Un poco antes de mi cumpleaños 12, y dos después de mi primer periodo, Melissa se fue de campamento. Mientras ella no estaba, Sam me violó tres veces. Estuve devastada, pero una semana después cumplí 12 y descubrí que estaba embarazada. Estaba fascinada; ahora tenía una esperanza, luego de que Sam la había tomado de mi, porque yo podía tener niños. Al saber que yo no era capaz de criar al niño yo misma, decidí hacer lo posible para entregarlo/la a Mary y su esposo, quienes estaban encantados con el prospecto de finalmente tener a un niño en su casa.

Pero mis planes se rompieron cuando fui informada por mi mamá y Sam de la decisión. Me asombré cuando mi mamá montó en furia, diciendo que yo debía tener un aborto, no había forma de que ese bebé fuera traído al mundo. Estaba asombrada, después de todo, ella misma se había negado a tener dos aborto. Pero ahora, su único interés era proteger a Sam. Si daba a luz su hijo, sus crímenes de violación se descubrirían.

Mi madre inmediatamente hizo una cita para abortar y me dijo que lo haría. Me gustara o no, yo me negué a ir, diciendo que no era su decisión, lo cual llevó a Sam al borde. Cuando él me levantó y me tiró en la mesa de la cocina, tiró de mi ropa interior, pensé que me iba a violar de nuevo. Pero cuando tomó un cuchillo de carne del mostrador, diciendo que cortaría al bebé el mismo, yo rompí en llanto, sintiéndome totalmente vencida y dije que iría a la clínica para el aborto.

Nunca me recuperé de lo que él casi hizo. Los días hasta el aborto parecieron volar. Antes de que lo supiera, mi madre me llevó a la clínica, debido a que era una menor, tenía que ser acompañada por un pariente. Pero luego de firmar la forma de consentimiento, ella salió, diciéndome que mejor no estuviera embarazada cuando saliera o si no... Me dieron una píldora que se suponía me calmaría pero que no hizo, y algunas formas para firmar que verificaban que había hecho esta decisión por voluntad libre lo cual no era cierto. Me llevaron a ver a un consejero, que preguntó si era feliz con mi decisión y yo dije que sí. Pensé que sería obvio que no lo era, pero él no lo cuestionó. Continúo explicando el procedimiento muy, muy brevemente, usando palabras que yo no entendía. Después del consejero, me llevaron a una habitación para cambiarme, donde me dijeron que me sacara toda la ropa y me pusiera una bata de papel. Me senté en cuarto de espera, temblando por casi media hora antes de que me llamaran en la habitación. Con cada paso que daba, sentía más y más deprimida. Me tomaron el peso, mi sangre y orina fueron sometidos a prueba y mi presión sanguínea fue chequeada. Entonces un hombre mayor y serio entró a la habitación y me dijo bruscamente que me acostara en la mesa de examinación con mis pies en los estribos. Con esas palabras, sentí mi corazón hundirse hasta el suelo, y pregunté si Dios me perdonaría por que estaba a punto de hacer.

Me acosté en la tabla con mis glúteos en el filo, abriendo mis piernas y poniendo mis pies en los estribos, lo que era difícil porque mis piernas eran muy cortas. Cerré mis ojos, humillada mientras el doctor apartaba la bata en mi cintura y abría mis rodillas. Mi espalda se contraía en dolor mientras él movía la mano dentro de mí y presionaba en mi abdomen. Cuando finalizó, él dijo "once semanas" a la enfermera, que fueron las últimas palabras que dijo.

El doctor examinó mi pecho entonces, dejando el camisón abierto sobre mis muslos y área vaginal todavía expuesta. Quería que el terminara con ello, que parara de tocar mis senos y terminara el aborto. Finalmente él lo hizo, moviéndose para sentarse en un banco entre mis piernas. Sentí que él abría mis labios e insertaba un especulo en mi vagina, el cual estaba muy frío e incómodo, y la incomodidad se convirtió en dolor mientras el me abría con eso. La siguiente cosa que sentí era la aguja insertada en mi cuello uterino para matar, la cual se sentía como fuego invadiéndome. Casi pierdo el conocimiento con el dolor de eso, y a pesar de que se supone que aliviaba el dolor del aborto no creo que lo hiciera. El doctor empezó a insertar varillas en mi cuello uterino para dilatarlo, cada una trayendo una ola de dolor e incomodidad.

Cuando mi cuello uterino esta finalmente dilatado, el doctor insertó un tubo largo y delgado dentro de mi útero, mientras raspaba dentro de mí, deseaba que fuera yo, y no mi bebé quien moría. Finalmente el encendió la máquina de succión unida a una manguera, y sentí como mi cuerpo entero era succionado en ella. Fue muy doloroso, incómodo, vergonzoso.

Tuve numerosas complicaciones e infecciones luego del aborto. Sangré mucho por más tiempo del normal, y tuve terribles retorcijones la mayor parte del tiempo. Eventualmente necesité una operación menor para corregir los problemas, una operación que hizo imposible para mi tener niños de nuevo. Estaba devastada. El aborto, el que nunca quise tener, mató el único bebé que mis hermanas y yo pudimos haber tenido entre todas.

Hoy, tres años después, no pasa un minuto, sin que piense en mi hijo o hija. No sé si alguna vez podré perdonarme por lo que hice. Pero si puedo ayudar a alguien que está considerando el aborto, entonces tal vez pueda empezar a hacerlo. Para quién lea esta historia y este en esta posición, *por favor* toma en cuenta todas las circunstancias antes de decidir abortar, y recuerda que hay muchos padres potenciales ahí afuera que o no pueden tener niño propios o quieren dar hogar a niños que no pueden quedarse con sus padres.

Carta

Carta de A.M...

Encontré su sitio hoy...es difícil para mi describir como me hizo sentir. Había un artículo acerca de una chica que comparaba al aborto con encontrar jamón en su sopa. Solo la noción de que alguien pudiera ser tan desalmado me hizo llorar. Soy una de esas mujeres de las que ella estaba hablando... como se refería ella a mí? Es inconcebible para mi que alguien pueda tener una alma tan fría. Yo podría, en cualquier momento, decirle exactamente que edad tendría mi niño. Hoy él/ella tendría 6 meses y tres semanas de edad. Probablemente estaría aprendiendo a sentarse. No puedo ver al vientre de una mujer embarazada. No puedo encontrar paz de mente en mi iglesia y ya no voy. En cada aniversario mensual de mi aborto, no puedo salir de cama. Hay veces que paso todo el día allí, y solo lloro. Este fue el peor error de mi vida, y siempre lo será, aunque viva hasta los 100.

No pensé claramente. No supe que me sentiría de esta forma. Nadie me dijo que arruinaría mi vida. Me doy cuenta que usted es una persona pro-vida, y me hace llorar que su respuesta a mi no sería "lo tiene merecido!". Yo trate de encausar toda esta agonía en algo bueno llamando a Paternidad Responsable (USA) y preguntando si había alguna forma de que yo aconsejara a mujeres y muchachas que estaban considerando el aborto. No para sermonearlas o convencerlas de no hacerlo, sino decirles lo que nadie se molestó en decirme a mí, que alterará su vida en formas que no puedo ni siquiera articular. Pero la mujer con la que hable dijo que debido a que lloraba mientras hablaba, yo no sería una consejera imparcial.

Yo nunca sermonearía pues no creo que eso detenga a nadie, y porque causa más dolor a mujeres como yo cuando ya sabemos cuan desesperadamente equivocadas estemos. Así que parece que tengo todavía que encontrar una forma de cambiar todo esto en algo constructivo.

Gracias por tratar de comprender mi dolor, y por defender mujeres como yo de esa mujer que está tan, tan perdida.

A.M.